Un
día comercial. Es así como muchos describen el Día de la madre.
Sin embargo, esta celebración es mucho más antigua de lo que
pensamos. Antes de que la fiebre consumista llegara hasta nuestra
rutina diaria, el Día de la madre existía para honrar a las
progenitoras -terrenales y espirituales- de todo el mundo. Y es que
para encontrar la primera fecha en el calendario utilizada para
celebrar este día, hay que remontarse bastantes siglos atrás.
La
celebración del Día de la Madre se remonta a la Antigüedad puesto
que existen indicios de que ya en Egipto honraban a las progenitoras,
aunque simbolizada en la diosa Isis, que representa la maternidad y
la fuerza fecundadora de la naturaleza. Estas celebraciones se
mantuvieron también en la antigua Grecia, con la diosa Rea así como
en el Imperio Romano, que honraba al igual que en Asia menor a la
Diosa Cibeles.
En
España, el Día de la Madre se celebra el primer domingo de mayo,
aunque no siempre ha sido así. Mucho antes de que la celebración
adquiriera un marcado carácter comercial, ya existían desde el
siglo XIV cofradías creadas en honor a la Inmaculada. Por eso,
inicialmente, las madres eran homenajeadas el 8 de diciembre. Uno de
los primeros países en separar la celebración de la Inmaculada y el
Día de la Madre fue Estados Unidos, tendencia que acabaría llegando
a España en 1965, cuando se decide que el día de la madre se
celebrará el primer domingo de mayo, fecha que aún se mantiene.
Pero
a lo largo del todo el planeta, la celebración dedicada a nuestras
progenitoras es una de las que más baila en el calendario mundial.
El Día de la Madre se celebra en veinte días diferentes.
En
Europa, los antecedentes del Día de la madre se remontan hasta el
siglo XVII en Inglaterra, donde el origen de esta fecha también
tiene cierto apego a la religión. En esta época el cuarto domingo
de Cuaresma se utilizaba para honrar a la virgen María y era una
fecha reservada para que los siervos volvieran a sus lugares de
origen para visitar las iglesias en las que habían sido bautizados,
las iglesias «madres». La vuelta a casa significaba además ir bien
pertrechados con regalos, flores y pasteles con los que poder
agasajar a sus madres; una tradición que sentó las bases de la
actual tradición.
A
pesar de que las fechas no coincidan, lo cierto es que los
tradicionales regalos que se acostumbran a hacer en el Día de la
madre son bastante similares en todo el mundo. Las flores, los
bombones y las cosas hechas a mano con mucho cariño, las grandes y
copiosas comidas familiares, así como los regalos forman parte de la
tradición de este señalado día; una tradición que muchos vinculan
directamente con intereses comerciales.
Más información: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/informacion/2015/05/03/dia-madre-sabes-celebra-pais-fecha-diferente/00031430607787545907841.htm
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