La Villa y Puerto fue
fundada a finales del siglo XV, por el banquero genovés Cristóbal
de Ponte. Los siglos XVI y XVII constituyeron la época dorada de la
historia de Garachico. La prosperidad económica del lugar se basó
en la consolidación de su rada, sobre todo durante el siglo XVI,
como puerta principal de Tenerife, con tráficos comerciales con
Europa, América y África. Durante el siglo XVII, a pesar de la
creciente rivalidad de otros puertos insulares como el de La Orotava
o el de Santa Cruz de Tenerife, continuó como puerto destacado,
especialmente en el comercio entre Canarias y América.
Al calor del auge
portuario se produjo el paulatino desarrollo urbano y pronto comenzó
el trazado de calles y plazas y la construcción de edificios de toda
índole. A finales del siglo XVII existían en el lugar dos iglesias,
un hospital, un castillo, cinco conventos, varias ermitas y ricas
casonas. Sin embargo no todo fue esplendor y varios episodios
trágicos, especialmente durante el siglo XVII, perjudicaron la
existencia de esta urbe dinámica y cosmopolita: furia del mar en
1559, epidemia de peste entre 1601 y 1606, aluvión en 1645, plaga de
langosta en 1659 y graves incendios en 1692 y 1697. Garachico pudo
recuperarse, gracias a su poderío económico, de todas estas
catástrofes. No ocurrió lo mismo después de la violenta erupción
volcánica del 5 de mayo de 1706 que acabó con su preponderancia
portuaria. La magnitud del suceso conmovió a los habitantes de
entonces y marcó para siempre a sus descendientes. La febril y
rentable actividad comercial dio paso a una insignificante economía
basada en la agricultura y en la pesca. El empobrecimiento de la
población obligó a mucha gente, a lo largo del todo el siglo XIX y
buena parte del XX, a emigrar a América en busca de mejor suerte. A
finales del siglo XIX, coincidiendo con la implantación y desarrollo
del cultivo del plátano, recuperaba su actividad económica en el
ámbito de la navegación interinsular. En las últimas décadas han
mejorado las perspectivas de futuro y un nuevo proyecto ha venido a
reavivar la tradición portuaria.
Garachico es hoy uno de
los núcleos históricos más importantes de Canarias. El rico
patrimonio histórico-artístico heredado del pasado y el especial
cuidado que se ha tenido en su conservación, le valieron la
concesión, en 1980, de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas
Artes. El respeto a ese legado ha hecho posible que Garachico se nos
presente en la actualidad como una valiosa muestra del arte en
Canarias, particularmente del urbanismo y de la arquitectura
tradicional del Archipiélago. Por ello, la trama urbana de la
capital municipal fue declarada por el Gobierno Canario, en febrero
de 1994, Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto
Histórico. La economía del municipio se fundamenta en el pequeño
comercio, turismo, restauración y agricultura.
Más información en:
http://www.garachico.es/
