En su conjunto la
escenificación de La Librea, recuperada por el Ayuntamiento en 1997,
nos acerca a las costumbres de aquel pueblo campesino y a sus raíces
religiosos, culminando con un impactante espectáculo de luz y
sonido, en la célebre batalla entre los barcos y el castillo.
La Librea de Tegueste
consta de cuatro elementos fundamentales. La Milicia, los Barcos
(símbolos de Tegueste que datan de principios del siglo XVII), la
Danza de las Flores (cuyos antecedentes están documentados en el
siglo XVI) y la Batalla entre los Barcos y el Castillo. Estos cuatro
elementos giran en torno a "La Procesión de Nuestra Señora de
Los Remedios" que es el motivo principal de la celebración, por
lo que La Librea no tendría sentido sin ella.
La Librea, en conjunto,
se inicia con la llegada de los soldados, acompañados por la Danza
de las Flores, a casa del Capitán donde este los recibía. A
continuación salen, con paso marcial, a buscar a los tres barcos,
dirigiéndose a la plaza para esperar la salida de la procesión y
escoltar a la imagen de la Patrona a lo largo del recorrido.
Concluida la procesión
llega el simulacro de batalla entre los Barcos y el Castillo (que
representa la lucha por la defensa de la isla contra los ataques más
frecuentes como podía ser los de piratas o corsarios, para saqueos,
o los intentos de conquista por naves de otros países). Una vez
acaba la batalla en la que el Castillo vence, merced a la
intersección de La Virgen, los barcos hacen un simulacro de retirada
dando tres vueltas a la plaza.
Documentos de índole
administrativa dejan constancia de la antigüedad de esta celebración
en la Villa en 1600, según se desprende de los oficios escritos que
se intercambian en 1814 el alcalde de Tegueste, Juan Manuel González,
el Coronel del Regimiento Provincial de Milicias y el Comandante
General, sobre préstamos de fusiles y un tambor necesarios para la
aparente marcha que, junto a danzas y barcos, celebran la fiesta de
Nuestra Señora de Los Remedios.
En este año, 2018, contó
con importantes novedades técnicas y efectos especiales, una puesta
en escena con la última tecnología en cuestiones de iluminación,
sonido y efectos especiales. Participaron más de 600 personas en su
representación el día 7 de septiembre. Se utilizaron 10.000 vatios
de potencia de sonido y una microfonía inalámbrica de última
generación que se estrenó en la pasada edición de Eurovisión.

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