Caravaca de la Cruz es
una ciudad de Murcia. Cuenta con una población de más de 25.000 habitantes. Es
un lugar de referencia para el culto de la Iglesia católica ya que
desde 1998, durante el papado de Juan Pablo II, está catalogada como
una de las cinco ciudades santas del cristianismo. Dispone del
privilegio de celebrar Año Jubilar a perpetuidad cada siete años en
torno a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
La Cruz de Caravaca
es, según la tradición cristiana, una reliquia de la Cruz en la que
Jesucristo fue crucificado y que encontró Santa Elena. Se conserva
en un relicario con forma de cruz patriarcal de doble brazo
horizontal (de 7 cm el superior y de 10 cm el inferior) y de uno
vertical (de 17 cm), en la Basílica del Real Alcázar de la Vera
Cruz. Es patrimonio religioso de la Real e Ilustre Cofradía de la
Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
Historia: Según
reza la tradición, el 3 de mayo de 1232 el rey moro Ceyt-Abuceyt y
sus súbditos se convirtieron a la fe cristiana tras producirse el
milagro de la aparición de un crucifijo de doble brazo, descendido
del cielo por dos ángeles para que pudiera oficiar misa el cura
Chirinos, un sacerdote cristiano que se encontraba preso en la
fortaleza. En dicho crucifijo se encontraba un «lignum crucis», un
pedazo de madera de la cruz en la que murió Cristo.
Desde entonces, y dejando
a un lado la veracidad histórica del relato, la devoción a la Cruz
de Caravaca se ha extendido por todos los rincones del planeta,
merced a la labor de las órdenes que tuvieron a su cuidado la
reliquia a lo largo de los siglos (primero los Templarios y después
la Orden de Santiago) y a la propagación de su culto por parte de
franciscanos y jesuitas por Europa e Iberoamérica. El relicario de
Caravaca es una de las cruces más utilizadas por los fieles de todo
el mundo. De hecho, existen capillas dedicadas a esta reliquia en
todo el mundo, desde Paraguay a la República Checa.
La Iglesia católica
reconoció en su día a esta reliquia como «Vera Cruz»´
(procedente del madero encontrado por Santa Elena, madre del
emperador Constantino, y que se considera la cruz de Cristo), para
diferenciarla de la multitud de falsos iconos que abundaron durante
la Edad Media. En 1736, la Santa Sede le dispensó el Culto de
Latría, similar al que recibe el Santísimo Sacramento. El auténtico
relicario fue robado en 1934, motivo por el cual Pío XII donó en
1940 al santuario otros dos pedazos de la Santa Cruz.
La ciudad de Caravaca de
la Cruz celebra las Fiestas Patronales de la Santísima y Vera Cruz
del 1 al 5 de mayo, reproduciendo con actos, procesiones y desfiles
de Moros y Cristianos, el pasado medieval y religioso de la ciudad.
(http://www.turismocaravaca.com/)
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