domingo, 15 de abril de 2018

El Hermano Pedro


El Beato Pedro de San José Betancur nace en Vilaflor de Tenerife el 21 de marzo de 1626 y muere en Guatemala el 25 de abril de 1667. Pedro de Betancur era descendiente de guanches y canarii (antiguos aborígenes de las islas de Tenerife y Gran Canaria respectivamente) y repobladores castellanos en el Tenerife del siglo XVI. La niñez de Pedro transcurrió en la bella campiña de Vilaflor, tranquila y alejada del mundo. Era un niño modesto, callado, tal vez un poco retraído, pero de constitución fuerte por sus trabajos en el campo. Desde muy pequeño tuvo predilección por las cosas de Dios, orando todo el tiempo, incluso cuando estaba en el campo cuidando del rebaño de cabras de su padre.
La familia Betancur no poseía dinero, eran de abolengo pero de pocos recursos. Su padre tenía tierras y cabras, que perdió en manos de un usurero, habiendo aceptado que Pedro, entonces de 12 años, entrada al servicio de tal persona como condición para recuperarlas. Varios años estuvo Pedro en esta condición, que desempeñó con toda humildad y fidelidad. De su vida en Tenerife existen algunos datos anecdóticos, como su permanencia en la famosa cueva que lleva su nombre, situada en El Médano en el sur de la isla, que utilizaba Pedro tanto como refugio con su ganado durante el invierno, como lugar de oración e incluso como escondite para resguardarse de una razia pirata, tan abundantes en las costas canarias en aquella época.
A los 23 años abandonó su tierra natal, se embarcó hacia América saliendo desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Apenas desembarcado en el Nuevo Mundo, una grave enfermedad lo puso en contacto directo con los más pobres y desheredados. Recuperada inesperadamente la salud, quiso consagrar su vida a Dios realizando los estudios eclesiásticos pero, al no poder hacerlo, profesó como terciario en el Convento de San Francisco, en Guatemala, con un bien determinado programa de revivir la experiencia de Jesús de Nazaret en la humildad, la pobreza, la penitencia y el servicio a los pobres.
Construyó un oratorio, una escuela, una enfermería, una posada para sacerdotes que se encontraban de paso por la ciudad y para estudiantes universitarios, necesitados de alojamiento seguro y económico. Recordando la pobreza de la primera posada de Jesús en la tierra, llamó a su obra «Belén». Otros terciarios lo imitaron, compartiendo con el Beato penitencia, oración y actividad caritativa: la vida comunitaria tomó forma cuando el Beato escribió un reglamento, que fue adoptado también por las mujeres que atendían a la educación de los niños; estaba surgiendo aquello que más tarde debería tener su desarrollo natural: la Orden de los Bethlemitas y de las Bethlemitas, aún cuando éstas sólo obtuvieron el reconocimiento de la Santa Sede más tarde.
Muere apenas a los 41 años el que en vida era llamado «Madre de Guatemala». A más de tres siglos de distancia, la memoria del «hombre que fue caridad» es sentida grandemente, viva y concreta, en su nativa Tenerife, en Guatemala y en todos los lugares donde se conoce su obra. El Hermano Pedro fue Beatificado solemnemente por Vuestra Santidad el 22 de junio de 1980, en un acontecimiento de incalculable valor pastoral y eclesial para Guatemala y para toda América.
Más en:
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/saints/ns_lit_doc_20020730_betancurt_sp.html
- https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_de_San_Jos%C3%A9_de_Betancur

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