El Día del Padre se
celebra el 19 de marzo, San José, en España. En la mayoría de los
países se celebra el tercer domingo de junio, pero también hay
otras fechas.
Esta celebración nació
en Estados Unidos de la gratitud de una hija, Sonora
Smart, hacia su padre, un veterano de la guerra civil
estadounidense llamado Henry Jackson Smart. La esposa de Henry
falleció al dar a luz a su sexto hijo y él cuidó y educó a sus
hijos sin ayuda y con todo el cariño del mundo en una granja del
estado de Washington. A Sonora se le ocurrió la idea de celebrar el
Día del Padre mientras escuchaba un sermón del Día de la Madre en
1909. La celebración se extendió rápidamente a Europa, América
Latina, Asia y África como una manera de homenajear a los padres y
reconocer su papel en la crianza y la educación de sus hijos.
Nada tuvo que ver el Día
del Padre de los norteamericanos con el que en España se instauró a
partir de 1948, gracias a la constancia y empeño de una maestra de
escuela que daba clases en el madrileño barrio de Vallecas. Su
nombre era Manuela Vicente Ferrero, aunque también fue conocida como
Nely. Cada año, junto a sus alumnos, preparaba algún regalo para
celebrar el tradicional Día de la Madre (actualmente el primer
domingo de mayo, pero que por entonces se celebraba el día 8 de
diciembre) En un encuentro casual con algunos padres de sus alumnos
le recriminaron que año tras año los niños preparaban algún
regalo especial para las madres pero nunca se acordaban de la figura
paterna, por lo que ellos también querían tener un día especial en
el que sus hijos les hiciesen algún regalo.
Manuela Vicente
comprendió a la perfección esa queja, por lo que pensó que los
padres debían tener también su día de celebración tal y como se
realizaba en otros lugares del planeta, ocurriéndosele como mejor
fecha para tal insigne día la del 19 de marzo, festividad de San
José (figura del padre terrenal de Jesús de Nazaret). Escribió un
artículo en la revista “El magisterio español”, en el que
animaba a las demás escuelas a promover esa nueva fiesta para
celebrar el Día del Padre. La verdad es que la propuesta fue todo un
éxito, hasta tal punto que el propietario de ‘Galerías Preciados’
le propuso comprar la idea o contratar a la propia Manuela en los
grandes almacenes, aunque esta rechazó la oferta, pero sí llegó a
un acuerdo con él, comprometiéndose el empresario a contratar como
dependientas a las alumnas de su escuela que fuesen graduándose.
Aunque con mucho recelo, y más de una queja, por parte de las
instituciones por el uso comercial de una festividad religiosa, a
partir de ahí Galerías Preciados se encargó de promocionar y
publicitar el Día del Padre, llegando hasta nuestros días.

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