El calendario es una
cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la
organización cronológica de actividades. Se trata de un conjunto de
reglas o normas que tratan de hacer coincidir el año civil con el
año trópico. Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos
lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de
varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana
(correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la
mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que
describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios
solares. El calendario sideral se fundamenta en el movimiento
terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.
El calendario
gregoriano es un calendario originario de Europa, actualmente
utilizado de manera oficial en casi todo el mundo. Así denominado
por ser su promotor el papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582
al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara
en el año 46 aC. El papa promulgó el uso de este calendario por
medio de la bula* Inter Gravissimas.
El germen del calendario
gregoriano fueron dos estudios realizados en 1515 y 1578 por
científicos de la Universidad de Salamanca, que fueron remitidos a
la Iglesia. El segundo finalmente fructificó en el actual calendario
mundial. El calendario se adoptó inmediatamente en los países donde
la Iglesia Católica tenía influencia. Sin embargo, en países que
no seguían la doctrina católica, tales como los protestantes,
anglicanos, ortodoxos, y otros, este calendario no se implantó hasta
varios años (o siglos) después.
Año bisiesto:
Tiene 366 días, uno más
que el año ordinario. Este día se añade para corregir el desfase
que existe entre la duración del año: 365 días 5 h 48 min 45,25 s
y el año de 365 días. Esto requiere que cada cuatro años se
corrija el año calendario por una acumulación no contabilizada de
aproximadamente 1/4 de día por año que equivale a un día extra.
Según el calendario
gregoriano, la regla para los años bisiestos es la siguiente: Un año
es bisiesto si es divisible entre 4, a menos que sea divisible entre
100. Sin embargo, si un año es divisible entre 400, también resulta
bisiesto. Obviamente, esto elimina los años finiseculares (últimos
de cada siglo, que ha de terminar en 00) cuyo siglo no es múltiplo
de 4.
*Documento
pontificio relativo a materia de fe o de interés general.

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