El sábado 23 de marzo de
2019 se celebró el "Homenaje a la Mujer Rural" en
Roque Negro, organizado por la asociación de vecinos “Nube Gris”.
Dentro de los actos previstos se recreó la labor de las lavanderas.
Las mujeres del pueblo volvieron de nuevo a los antiguos lavaderos;
"Las Lavanderas" escenificaron la tarea que hace algunos
años requería de un esfuerzo extraordinario, dar jabón, estregar,
torcer y enguajar sobre las piedras de los tradicionales lavadores
comunales las ropas que toda la familia acumulaba en la semana y
requería su limpieza. Tarea que no terminaba hasta que la ropa
tendida sobre los helechos, en las zarzas o en la hierba no estuviera
seca, entonces se doblaba y se emprendía el camino de vuelta. La
subida hacia las casas con el baño o cubo en perfecto equilibrio
sobre la cabeza. La carga sobre la cabeza requiere mantener la
espalda recta y en tensión, haciendo una perfecta línea con la
espalda que no puede doblarse. Nuestras mujeres adquirieron con el
tiempo una habilidad extraordinaria para llevar pesadas cargas sobre
sus cabezas y trasladarse a la distancia que fuera necesario. De esta
manera transportaban los baños con la ropa, las lecheras, la leña,
el cisco, los sacos,...
Un grupo de nueve mujeres
vecinas del pueblo con cubos o baños a la cabeza, sobre el
tradicional "ruedo", en perfecto equilibrio bajaron
por la serpenteante y empinada vereda que conduce desde la plaza de
Roque Negro hasta el fondo del barranco, lugar en el que se
encuentran los antiguos lavaderos. Días antes prepararon el acto,
acondicionaron el camino, limpiaron los lavaderos, desempolvaron los
antiguos baños y cubos, prepararon el ruedo acicalaron la ropa y el
delantal,... ¡Antiguamente no se concebía ninguna tarea doméstica
sin el delantal! Todo tenía que estar preparado para hacer, ahora de
manera festiva, el lavado de la ropa.
Una vez terminado el acto
en los lavaderos, de nuevo en la plaza para reponer fuerza con la
comida aportada por los vecinos, se rindió homenaje a las dos
vecinas del pueblo Iluminada Rojas y Severina Siverio por habérseles
concedido el Premio Tenerife Rural "Pedro Molina" en
su novena edición en la modalidad de Mujer Rural de Tenerife. Luego
se presentó el estudio del profesor de Geografía Don Luis M. Jerez
Darias "El papel de las mujeres rurales de Tenerife como
guardianas de la biodiversidad" y se rindió a continuación
un homenaje a las “Lecheras”. Otra tradicional labor
realizada antiguamente por las mujeres era llevar la leche sobre
cántaros y lecheras a su venta por las vecinas ciudades de Santa
Cruz y La Laguna.
Se pretendió con este
acto hacer visible y homenajear a las mujeres de nuestras zonas
rurales, protagonistas, mantenedoras y transmisoras de una cultura
que ha evolucionado y ya no requiere del enorme esfuerzo de hace unos
años.

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